
Horace Slughorn a Harry Potter: yo tuve una vez un pez, Francis, lo quería mucho. Una tarde bajé y se había desvanecido, puff. Así es la vida supongo, pasa el tiempo y de repente, puff. Un alumno me regaló a Francis. Una tarde de primavera descubrí una pecera sobre mi mesa, con sólo unos centímetros de agua y flotando en la superficie había un pétalo, cuando miré se hundió y justo antes de tocar el fondo se transformó en un pececito, una magia preciosa, una maravilla digna de verse. Era un pétalo de Lirio, tu madre. El día que bajé y vi la pecera vacía fue el día que tu madre murió.
PD.: la muerte divide el alma en pedazos, es una violación de la naturaleza.