20 de noviembre de 2010

Cuentos de Beedle el Bardo, Las reliquias de la muerte.

Habia una vez tres hermanos que viajaban al atardecer por un camino solitario y sinuoso.
Con el tiempo, los hermanos alcanzaron un rio demasiado profundo para vadearlo y demasiado peligroso para cruzarlo a nado. Sin embargo, estos hermanos habian aprendidos las artes magicas, y con el sencillo ondear de sus varitas hicieron aparecer un puente sobre el agua traicionera. Iban ya por la mitad del puente cuando encontraron el paso bloqueado por una figura encapuchada. Y la muerte les habló. Estaba enojada porque le hubieran sido escatimadas tres nuevas victimas, ya que los viajeros normalmente se ahogaban en el rio. Pero la Muerte era astuta. Fingio felicitar a los tres hermanos por su magia, y dijo que cada uno de ellos habia ganado un premio por haber sido lo suficientemente listos como para engañarla.
Asi el hermano mayor, que era un hombre combativo, pidio la varita mas poderosa que existiera, una varita que ganara siempre en los duelos para su dueño, ¡una varita digna de un mago que habia vencido a la Muerte!.
Asi la Muerte cruzó hasta un viejo arbol de Sauco en la ribera del rio, dando forma a una varita de una rama que colgaba, y se la entrego al hermano mayor.
Entonces el segundo hermano, que era un hombre arrogante, decidio que queria humillar a la Muerte todavía más, y pidio el poder de resucitar a los muertos. Asi la muerte recogio una pierda de la orilla del rio y se la dio al segundo hermano, y le dijo que la piedra tenia el poder de traer de vuelta a los muertos.
Entonces la Muerte preguntó al tercer y mas joven de los hermanos lo que queria. El hermano mas joven era el mas humilde y tambien el mas sabio de los hermanos, y no confiaba en la Muerte. Asi que pidio algo que le permitiera marcharse de aquel lugar sin que la muerte pudiera seguirle. Y la Muerte, de mala gana, le entrego su propia Capa de Invisibilidad.
La Muerte se apartó y permitio a los tres hermanos continuar su camino, y asi lo hicieron, charlando asombrados sobre la aventura que habian vivido, y admirando los regalos de la Muerte.
En su debido momento los hermanos se separaron, cada uno hacia su propio destino.
El primero hermano viajo durante una semana más, y alcanzó un pueblo lejano, acompañando a un camarada mago con el que tuvo una riña. Naturalmente con la Varita del Sauco como arma, no podia perder en el duelo que seguiria. Dejando al enemigo en el suelo el hermano mayor avanzó hacia la posada, donde alardeó en vos alta de la poderosa varita que le habia arrebatado a la Muerte, y de cómo ésta lo hacia invencible.
Esa misma noche, otro mago se acercó sigilosamente al hermano mayor que yacía, empapado en vino, sobre la cama. El ladron tomo la varita y para mas seguridad, le corto la garganta al hermano mayor.
Y asi la Muerte tomó al primer hermano para si.
Entretanto, el segundo hermano viajaba hacia su casa, donde vivia solo. Alli sacó la piedra que tenia el poder de resucitar a los muertos, y la volteó tres veces en su mano. Para su asombro y su deleite, la figura de la chica con la que una vez había esperado casarse, antes de su muerte prematura, aparecio ante el.
Pero ella estaba triste y fria, separada de el por un velo. Sin embargo habia vuelto al mundo, pero ese no era su sitio y sufria. Finalmente el segundo hermano, impulsado por un loco anhelo desesperado, se mató para reunirse finalmente con ella.
Asi fue como la Muerte tomo al segundo hermano para si.
Sin embargo la Muerte buscó al tercer hermano durante muchos años, y nunca pudo encontrarlo. Fue solo cuando tenia ya una edad avanzada que el hermano mas joven se quitó la capa de invisibilidad y se la dio a su hijo. Y entonces saludó a la Muerte como a una vieja amiga y fue con ella gustosamente, e igualmente, paso a mejor vida.

PD.: la película como siempre intrigante y con ganas de más, pero hasta julio de 2011...


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