3 de enero de 2011

Partida de sepelio

Veo pasear a la gente por la calle, como siempre, todo sigue igual, pero me da por pensar que pensarán las personas que pasan junto a mi, las personas con las que me cruzo en medio de aquel gran tumulto producido por la multitud. Quizá piensen que chico más raro el que pasa junto a ellos o quizá esten reflexionando sobre lo que hicieron hacen cinco minutos, antes de cruzarse conmigo. Nunca jamás recordaremos las caras de todo aquel que pasa junto a nosotros y es una pena no poder recordar a una persona que no conoces absolutamente de nada. Estaba intentado ser sarcástico.
Habría que dar gracias por no poder leer el pensamiento de los demás, muchos pensarán que es una desgracia que esto no ocurra pero imagina por un momento poder escuchar todo lo que piensan las personas que tenemos a nuestro alrededor, moriríamos al borde de un ataque de nervios por no poder filtrar todos aquellos pensamientos y quedarnos con los que realmente nos interesen. Lo que más caracteriza a los humanos es la curiosidad de poder aprender y saber más de lo que ya sabemos, pero hay cosas que es mejor no saber; esto suena a tópico pero es cierto. Aunque también existen cosas que no nos gustarían saber pero que es necesario que sepamos, para poder prevenir o predecir lo que venga detrás.
Hace aproximadamente una semana o quizá un poco más tuve que acudir a un sepelio y me ocurrió algo que me marcó y creo que esto que escribo es fruto de aquel sentimiento. Durante la muestra de condolencia hacia los familiares uno de estos al verme se echó a llorar y me dio un gran abrazo, realmente agradezco aquello ya que me hizo empatizar con esta persona, me sentí como un gran apoyo para esa persona, a pesar del duro momento por el que estaba pasando aquella persona creo que al verme sintió un cierto alivio, no quiero alabarme ni nada de eso (ni que fuera yo la panacea) pero es lo que pude sentir en aquel momento. Realmente este sentimiento que intento explicar quizá sea un poco egoista ya que me centré más en lo que pude sentir yo que en lo que podría estar sintiendo esa persona, pero en aquel momento mis sentimientos empatizaban con los de aquella persona, por lo que era capaz de sentir una aproximación de lo que esa persona sentía. Creo que no era demasiado egoista aquel sentimiento, ¿no?.
Sé que con esta entrada me ido un poco por la nubes pero de esto último que he estado hablando es algo que siempre me ha inquietado, la manera que tiene la gente de sentir las cosas, quizá aquello que esa persona vea de color rosa los demás lo veamos de un color totalmente distinto, pero aun así estaremos viendo lo mismo aunque sea de distinto color.

No hay comentarios:

Publicar un comentario