21 de septiembre de 2010

¿Cuánto cuesta olvidar lo que quieres recordar?

Porque siempre al final algo falla. Esta es la conclusión a la que he llegado. Por mucho que esperes de la gente nunca darán exactamente lo que quieres recibir de la misma, quizá no lo hagan intencionadamente, pero aún así eso te deprime. Crees que hay gente que te recordará siempre y que lo dará todo por volver a verte, pero siempre encontraran a otra persona que sustituira el recuerdo que tiene de ti, algo muy triste. No siempre sustituyen esta retentiva por otra persona, a veces la desplazan pero sigue dejándote igual de abatido.
Lo más posible es que esta persona no se de cuenta de que ha "desplazado" a otra, a no ser que sufra lo mismo. Es a esto a lo que se suele llamar empatía.
Incluso teniendo muchas cosas en común, puedes ser olvidado fácilmente, existen otras personas mucho más agradables de rememorar.
Pero a veces esto no llega a importar y sigues queriendo a esa persona por igual, a pesar de haber sido sesgado por su hoz invisible.
Creo que esto es algo que todos hemos experimentado y que si no lo hemos vivido todavía, en algún momento lo hemos de vivir para incluirlo a nuestra sabia experiencia y así aprender de la vida. No es necesario aparentar ser algo diferentes para que ocurra esto, incluso pareciendo los más cercanos de todos sucede.
Al principio piensas que es algo temporal, pero cuando te das cuenta de que ese tiempo no se acaba o que va a saltos es realmente el momento de decir: Sí, esta ocurriendo y no hay marcha atrás. No puedes pretender querer a todo el mundo por igual, esto es algo natural.
Desearía que ahora empezara a llover.
Suerte, como dice Pereza en una de sus canciones, que una gota flota y la otra se ahoga, así al menos una seguirá viviendo aunque la otra se destruya.

3 comentarios:

  1. precioso... me encanta, Juanma... me recuerda a muchas cosas.. Me gusta muchísimo, de verdad

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  2. Muchas gracias Manue.
    A ver si escribes tu ya algo, que paso todo los días y no tienes na escritooo xD

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  3. El quid de la cuestión está en saber hasta donde es capaz de dar cada persona, pues como dices, no lo hacen con maldad; aceptarlo y actuar en consecuencia. Saber que el de enfrente no dará igual que tú, o dará de forma diferente a tí, evita muchos desengaños.
    saludos!

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